Historias reales que inspiran descanso
Lucía sufría insomnio intermitente. Empezó a imaginar olas lentas que llegaban y se retiraban al ritmo de sus exhalaciones. En dos semanas, su latencia de sueño se redujo y despertaba más descansada, con menos tensión en cuello y espalda.
Historias reales que inspiran descanso
Antes de reuniones exigentes, Mateo hacía una visualización de tres minutos en un bosque húmedo, con bruma suave y olor a tierra. Notó manos menos frías, voz más estable y un pensamiento más espacioso, capaz de elegir respuestas en vez de reaccionar.